martes, 29 de diciembre de 2009

Belleza personal.

Es cierto que a veces nos dejamos estar con algunos detalles que hacen a nuestro arreglo personal; y postergamos la depilación o el afeitado, el corte de uñas de manos y pies, arreglarse el pelo y esas cositas.

También es cierto que, generalmente, las mujeres estamos más pendientes del pelo extra en las cejas, el largo de las uñas y qué tan sedosa está nuestra piel.
Mientras que ellos, piensan que el pelo y las uñas son tejidos muertos y que los zapatos se encogen. No relacionan que no les entran porque tienen mejillones en lugar de uñas, y por eso calzan dos números más.
Lo mismo les pasa con las manos, ellos advierten algo raro cuando los miramos con miedo frente a una caricia; miedo a que nos saquen un ojo. Nuestra cara es de espanto, como si Johnny Deep en “El joven manos de tijera” (ó “Eduardo manos de tijera”) se acercara tiernamente exhibiendo sus afilados dedos.

Un detalle más importante que estos detalles belleciles es que, este aseo personal, es PERSONAL, PRIVADO, NO SE COMPARTE, y mucho pero mucho menos con desconocidos ¡¡¡en lugares públicos!!!

Por eso, al señor que subía conmigo en la escalera mecánica del metro le digo:
¡Hombre desagradable!, ¿es necesario que me tire el alicate tamaño familiar en el pie, para luego salpicarme con sus mugrientas uñas?
Lo peor es que debería agradecerle por cortarlas con el alicate y no con los dientes para luego escupírmelas encima.
GRACIAS!!!



lunes, 21 de diciembre de 2009

Ecléctico y Alterada. Kind of blue.

Solos, románticos, con música a elección aleatoria del Ipod.
Llega el turno del disco Kind of blue.
“Se cumplen 25 años de la grabación de este disco”, dijo él.
“Es Kind of blue, con Miles Davis, John Coltrane, Bill Evans y... ¿cómo se llama?”; agregó.
Ella, recostada en el sillón, con su copa de vino en la mano, lo mira y escucha detenidamente.
El resto de los músicos eran imposibles de recordar, pero se sucedían las historias con detalles de lugar, fecha y anécdotas de la grabación.
Y la insistencia: “era con Miles Davis, John Coltrane, Bill Evans y... ¿cómo se llamaba?”
“King Africa” sentenció ella con seguridad dando por terminado el NO recuerdo.



martes, 15 de diciembre de 2009

Consejos para la primera cita.

Primero, depilarse mucho y con cera muuuuy caliente. Cuánto más caliente mejor, que no quede ni un minúsculo pelo.
Usar tacos, por lo menos dos números menos; si como en mi caso medís 1,78 y gastas un 40 de pie, te pones un 38; no podes parecer una “pie grande”.

Te pones la mejor pollera que tengas, no importa si llueve, nieva o hacen 10 grados bajo cero. Hay que lucir las piernas depiladas; así que, no te pongas medias oscuras.
Debajo, la peor bombacha (la menos sexy, la del elástico más flojo y sin color, que no te marque nada); lo que importa es la primera impresión, la primera imagen que tenga de vos.

Uñas de 2 cm de largo, si no tenés (como es mi caso), te pones postizas; y si se te cae en la comida, te la comes, la pateas, la escondes, lo que sea, pero te haces la boluda.
Maquillate mucho y de todos los colores, tenés que tener una paleta de las distintas gamas en la cara; no puede fallar, todos los marrones y los grises.
No uses perfume, no sabés cuál le gusta, así que mejor ninguno.

Si te lleva a comer, NO comas; mira si te pedís una lechuga y te queda en el diente, fatal; si te manchas con alguna salsa, pésimo. Pero si insiste en que comas, pedí lo más caro y lo dejás, que no piense que sos una muerta de hambre.
De tomar pedís lo mismo que pide él, y si no te gusta te lo tragás. Acordate que siempre te tenés que hacer la boluda, la regla número uno ante la vida.
Cuando tenés que ir al baño le decís: “ya vengo, voy a mear/cagar/eructar/lo que sea”, siempre le decís la verdad, a ver si piensa que te vas a fugar del país o que lo dejás para siempre, no queremos que sospeche cosas raras, así que siempre la verdad, que no dude de vos ni un segundo.
A la hora de pagar no amagues a sacar la billetera, a ellos les gusta, se sienten más hombres, se sienten reyes, héroes, lo disfrutan... y más si pediste lo más caro.
Si te lleva a un recital que te compre todo: gorro, bandera, vincha, cd, bengala, chori, vino, otra entrada. No te olvides que le gusta pagar, se siente más hombre. En el recital que te haga cocochito desde que llegan, dos horas antes. Y no pienses “pobrecito”, vos estás con tacos dos números menos, recién depilada y con hambre, lo menos que puede hacer por vos es soportarte sobre sus hombros. Obviamente tenés que ir a ver a Alejandro Sanz, Shakira, Los Nocheros, Robbie Williams, o cualquier cantante meloso y "de mina".

Durante la cita reíte de todas las boludeces que dice, mientras vos pensás en todo lo que tenés que hacer, que te tenés que levantar temprano, que te querés ir a la mierda, reíte, reíte y reíte.
Acordate de los nombres de todo el que te nombra: padres, compañeros de trabajo, de estudio, amigos, hermanos, tíos, sobrinos; si no te los nombra se lo preguntas, necesitas ir armando el árbol genealógico para saber qué nombre le gusta para los futuros hijos.
Obviamente en la primera cita no le comentas que tenés que averiguar los nombres que le gustan para tus hijos, a pesar de tener la bombacha rota y que no te va a tocar ni un pelo.
Si no tiene abuelos vivos averiguá de qué murieron, tenés que saber las enfermedades hereditarias

No dejes espacios en silencio, no puede haber baches, sacá temas: futbol, tenis, lo que sea, te aprendes un par de nombres de jugadores y los metés en cualquier momento: “qué bien que jugó Colochini en boca, eh?”
Preguntale mucho: qué hace, qué come, qué le gusta, de qué trabaja, si le gustan los chicos, que se note que te interesa su vida, tenés que salir muy informada para saber si es el hombre de tu vida, si despues de esto no te hacés una radiografía o mejor dicho una resonancia del tipo, es porque algo hiciste mal, y no seguiste mis consejos.

Si te quiere llevar a la casa (algunos pensarán que es un "pan de dios"); bajo ningún concepto garchar en la primera cita!!!! No te olvides que tenés puesta la peor bombacha, estás recién depilada y tenés ronchas, te arde todo; encima con las uñas postizas le podes sacar un ojo; los zapatos son mas chicos, cuando te los saques vas a tener los pies súper hinchados y doloridos; o sea, bajo ningún punto de vista podes ir a la casa!!!

Siempre tratas de esquivarlo diciendo “vamos a tomar algo”, y en ese caso: cerveza no, porque te hincha y es berreta; grapa o vodka no, porque es de machotes y va a pensar que sos una borracha; agua no, porque es de reprimida y boludita; gaseosa no, porque te da gases y no da tirarte pedos en la primera cita; speed no, porque te sobreexcitas y dijimos que a la casa no.
Así que, si te lleva a tomar algo tomas aire que no corres ningún riesgo... y poco tiempo, enseguidita que te lleve a tu casa y si después de esto no te llama más es porque no te merece.
¡Ojo!, no es que estás totalmente desquiciada, es que ¡no te merece!

Esto no falla, chicas, tengan en cuenta que primeras citas tuve muchas; segundas, no.


miércoles, 9 de diciembre de 2009

Crónicas de un extranjero. Parte 1.

Cuando uno reside y recién llega a otro país, llamémosle España (Madrid para ser más precisos), intenta adaptarse lo antes posible al estilo de vida de los baqueanos del lugar.
Por eso, cuando meses atrás uno pensó dejar su burocrático país de residencia para irse a Europa, sabía que lo esperarían ciertos trámites. A saber: cambio de domicilio, consulados (italiano, español y argentino), canje del registro de conducir, cuenta bancaria y.... ¿cómo sigue mi trámite de homologación de título?

Todo parece indicar que está listo.... ¡¡¡a por él!!!
Efectiviwonder, mi título estaba listo. Ahora a rendir lo que me falta para conseguir el título español (porque mi carrera de productora de radio no existe en el viejo mundo).
¿A dónde me dirijo para averiguar? Al ministerio de educación oficina universidades, lo primero que se me ocurrió. Muy bien, allí voy con todos los papeles conseguidos hasta el momento.

La oficina es un recinto muuuy pequeñito. Sólo cuenta con tres escritorios y por supuesto debería haber tres personas que atienden. Está repleto de estanterías con libros y además tiene una maquinita, muy linda, que funciona oprimiendo un botón y te entrega un numerito para que esperes a ser llamado. ¡Qué lo parió!, cuánta tecnología para una simple sala de espera.

La mañana en que me apersoné en dicha oficina, estaba completamente vacía, sólo una jovencilla atendiendo a nadie.
- "Buen día, quería averiguar dónde puedo estudiar producción de audiovisuales"
- "Tiene que sacar un numerito"
- "Si, pero no hay nadie" (girando sobre mi eje y demostrando lo obvio)
- (Sonrisa de: "no te voy a atender si no sacas un número")
Obviamente, oprimo el botoncito hasta el fondo y sacó un "numerito". La miro y me siento a esperar innecesariamente mi turno... o mejor dicho, espero hasta que la muy puta decide llamar mi "numerito". Me acerco a su ínfimo escritorio, que vendría a ser como su "centro de poder", y...
Otra vez frente a frente, después de habernos maldecido mutuamente, ¡me mira como si no me conociera! (pasaron solo 3 minutos, no pudiste olvidarte de mi cara en tan poco tiempo, y menos si no me fui).

Nuevamente repito como si fuera la primera vez:
- "Buen día, quería averiguar dónde puedo estudiar producción de audiovisuales"
- "Se tiene que dirigir a la oficina que está en Gran Vía. Aquí no es"
- "Gracias"
y me retiré hecha una furia y dando un portazo (que encima no sonó porque las puertas tienen freno)

Pero qué hija de puta!!! ¡¿Estaba aburrida?!. ¿¡Para qué tanta boludez!? ¡Encima NO era ahí!
No me lo podía decir en lugar de lo del "numerito"!? Si es una frase, UNA frase!
Qué pasa, ¡¿le rompí su cuadrado esquema de atención?! ¡¿La descoloqué?!
Y claaaro, pobre mina, demasiado: vio una mujer (que no había visto nunca), que hablaba otro idioma (más raro, la primera argentina que atiende en su vida), y encima intenta ese jueguito de "me llevo el mundo por delante" como todos los argentinos, la viveza criolla que le dicen...

En fin, en mi próxima entrega les contaré cómo sigo arruinando la vida de estos vaqueanos pobres e indefensos.


PD: me acordé mucho de la empleada de Gasalla.





martes, 1 de diciembre de 2009

Indignación. Consejeros insoportables.

Me indigna la gente que siempre está dando consejos y poniéndose como ejemplo para cualquier tipo de situaciones.
Es imposible que le haya pasado todo lo que dice que le pasó, debería vivir tres vidas para acumular tantas anécdotas.

No pudo sufrir robos, secuestros, asesinatos, violaciones, mutilaciones variadas, amoríos de telenovela, embarazos complicados, y de sextillizos.
¿No se dan cuenta que el resto no les cree?. Además, ¿por qué minimizar siempre el sufrimiento del otro?.

Claro, como a mí no me robaron y me dispararon seis veces, mi miedo es totalmente injustificado, casi mejor debería cerrar la boca y agradecer a dios la desgracia con suerte.
¡¿Qué suerte?!
Suerte es ir al casino y ganar tres veces más de lo que aposté, ¡no, que no me maten!
¡¡¡¡¡Me indigna!!!!!