¿Por qué cuándo esperamos durante mucho tiempo que suceda algo y luego sucede, nos quedamos como si no supiéramos qué hacer, como si nos hubiera sorprendido?.
Algo así como esperar toda la vida a que llegue tu príncipe azul y justo cuando tenés a Felipe tocándote el timbre estás con los ruleros puestos y sin depilar.
Sé que va a venir un amigo muy querido que hace un año y medio que no veo, teníamos una relación diaria, hace una semana que pienso toooodo lo que tengo que contarle y que quiero que él me cuente.
Llega el momento y después de los saludos pertinentes, las presentaciones y atenciones al recién llegado; resulta que con la emoción se me olvida todo eso que dió vueltas en la cabeza durante una semana. Amnesia total. Y como si lo hubiese visto ayer, me faltó preguntarle si en Buenos Aires hacía calor.
La verdad que no sé si algún día voy a comprender el mecanismo cerebral que comanda mi existencia, de momento sé que es complejo.