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Palabras más, palabras menos. Imagino que fue algo así...
Eva- Adán, mira que manzana más apetitosa hay en ése árbol, cerca de ésa serpiente
Adán- ah!, pues sí; ¡qué observadora eres, cariño!. Mejor no te acerques que la serpiente es peligrosa, lo dijeron en el Discovery Channel.
Eva- Ups, ya le dí un mordisco, pruébala que está buenísima.
Adán- mmmm, sí que está buena. Uy!, Eva, digo que “estás” buena. ¡No me había dado cuenta que no tenías ropa!
Eva- mmm Adán, qué curioso tu tapa rabos.
Se abre el cielo y baja “El Señor”
Señor- ¿qué hicieron?, ¡desacataos!
Adán- sólo estábamos comentando que no nos habíamos dado cuenta que íbamos desnudos. Ése detalle te lo habías guardado para ti solito eh?, pillín; mira que en un futuro podes ser de ejemplo para muchos curas, eh?.
Señor- nooooo!!!! ¡Les he dicho que no comieran la manzana, ahora tendré que castigarlos!
Eva- es que, con esto de rendirte tributo llevamos unos cuantos días de ayuno y la serpiente se hizo a un lado y nos dejó comer tranquilamente. ¿Queres probarla?, está buenísima.
Señor- cállate!!!!. A partir de este momento, tú, Adán, ganarás el pan con el sudor de tu frente y tú, Eva...
Eva- (interrumpe) ¿qué, voy a tener que ocuparme de la casa?; ¿de los hijos?; ¿de Adán que no sabe limpiarse los mocos?; ¿y encima tener un trabajo en el que gane menos que Adán?.
Señor- noooo!!!! Tú, Eva, parirás con dolor.
Eva- (interrumpe) ah sí, dale; y también voy a sangrar una vez al mes con dolor, claaaro, Adán soluciona su sudor con un poquito de desodorante y por puro sadismo yo tengo que sufrir dolores innecesarios en lo que se supone el mejor momento en la vida de una mujer. ¿No te habrás pasado un poquito con el machismo?
Señor- ¡que te calles!, a partir de ahora quedan expulsados del paraíso. ¡Fuera!
Adán- uy, ¿y ahora qué hacemos?; ¡empezó la crisis!
Eva- y si, estamos en crisis. Tendremos que seguir trabajando pero ahora como autónomos. Se me ocurrió una idea, ¿y si escribimos un libro contando nuestra historia y lo vendemos y nos hacemos famosos?. Nunca vi a nadie que le haya pasado algo así.
Adán- ¡basta de tus geniales ideas!. Nadie se creería que por una manzana se armó semejante
quilombo.