“Yo soy ecléctico...” Dijo él cuando se conocieron.
Ella lo miró detenidamente y contestó: “y yo alterada...”
Tiempo más tarde, él advirtió que un joven atlético y guapo dormía en su portal.
Ella notó que se duchaba, desayunaba y hacía ejercicio en el parque vecino.
Él dijo, “¿y si es el mesías y tendremos mil personas más durmiendo en la puerta?.”
Y ella, una vez más, lo miró detenidamente y aseguró: “no, es un sin techo.”
Desde ése momento, él a veces lo acompaña, otras noches duerme en su casa... con ella.
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