No voy a decir que me enorgullezco de tener mis manías bien conservadas desde que recuerdo tenerlas. Pero tampoco voy a negarlas, porque son parte de mí y me las aguanto, y me las aguantan...
Así que basta de decir que es una cuestión de género, esto no tiene nada que ver con ser mujer, la diferencia es que nosotras las gritamos a viva voz, las defendemos y respetamos su lugar en el hogar; y en algunos casos intentamos que el otro conviviente las asuma como propias.
No veo el problema de cerrar las puertas del ropero antes de dormir, un acto ínfimo y de buen corazón si se sabe que uno no puede conciliar el sueño pensando que un monstruo o fantasma podrá atacar en medio de la noche.
Y, ¿por qué no hacemos caso a las botellas de agua vacías?; ¿qué daño puede causar cargarlas antes de meterlas en la heladera y no meterlas sin líquido para que se enfríe el vidrio?.
Tampoco es tan terrible dejar la cocina sin platos sucios por la noche, sobre todo para que no huela a frito, churrasco o lo que sea; a las 8 de la mañana con el café.
Me deja tranquilísima no ser la única que cierra bien las puertas del placard no por recomendación del Feng Shui sino por miedo a que salga un monstruo!!!
ResponderEliminarSin duda, con los años esto se pone más pior. Daddy
ResponderEliminarqué grandes eres pau!!!!
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