No es insensibilidad... Es sinceridad...

Parte 5: profesión...“metido”

Van a creer que me obsesioné con lo que dice la gente y por eso no lo dejo pasar, pero en realidad le doy importancia a la capacidad de meterse en la vida de los demás, a dar consejos que nadie pide, y a opinar sobre lo que esta bien o mal... no dejan de ser desconocidos!... no puedo entender cómo les interesa tanto mi vida (o la de cualquiera) cuando a mí me importa muy poco (o nada) la suya...

Esta gente me ha parado para “comentar” en el metro, el centro de salud, el supermercado, y hasta en la calle esperando que cambie el semáforo para cruzar, en realidad deseando que cambie, rogando que cambieeee...

Los consejos van desde “abrigala que hace frío”, “tené cuidado que no te la roben”, “quiere el pecho/dormir/etc”, hasta “cógela fuerte que no se te caiga”... en fin, son muy variados y sobre todo inútiles, con un poco de sentido común nadie sacaría a su niño en bolas mientras nieva o lo dejaría solo en la calle para perderlo o abriría los brazos para que se le haga polvo el chico contra el piso...

Existen las que hacen preguntas como: “le das el pecho?”, “duerme bien?”... y me pregunto: qué te importa?, en algo va a cambiar tu vida con la respuesta que te dé?!...

Este post va a ser breve... pero antes tengo dos perlitas de la última semana que deberían conocer...

Voy cuesta abajo llevando el cochecito con la niña adentro, unos metros más adelante dos viejas en la mitad de la vereda hablando... ven que me acerco y una le dice a la otra: “cuidado, quedate quieta que viene un carro, a ver si te tira”... quisiera saber qué le hace pensar, a la señora, que voy a arriesgar la vida de mi hija soltando el carro cuesta abajo (como en la escena de “Los Intocables” cuando el coche cae por las escaleras en medio de un tiroteo), pudiendo derribar a la indeseable y lo que sería peor, que cruce la calle, la atropelle un auto y se estrelle contra el paredón... por qué querría tirar a la ancianita?... por comentarios como ése, está claro...

Y ahora la frutilla del postre... me cruzo con una vecina en la puerta del edificio y cometí el gravísimo error de saludarla... nunca lo hago, pero me despisté y caí en el “buenas tardes”... había sido una mañana difícil, después de hacer mil cosas decidí finalmente pasar por la farmacia y pesarme... y la hija de puta de la balanza no se mueve... en fin, veinte días de dieta para nada... no estaba de muy buen humor y seguía con el tema en la cabeza cuando la amable vecina del primero me dice: “uy, perdón, con lo gorda que estás no te reconocí”... realmente no supe qué contestar... era necesaria tanta sinceridad????... “tuviste niña o niño?, ah! Pero si es igual al padre, no va a necesitar hacerle el adn”... si, había escuchado bien... no sólo me estaba llamando gorda sino que además puta!!!!!!..... y siguió “es que con la cara tan redonda y el pelo largo (lo llevaba recogido, cómo vio que estaba largo, no sé...) te cambió la cara... encima no podes hacer dieta si le das el pecho, no?”... Todavía no puedo creer la honestidad de la mujer, no pude ni enojarme, ni siquiera le aclaré que solamente es una talla más de pantalón y parí hace bastante poco, podría haber tenido un poquito de piedad... pasé de indignarme, con la señora, a que sea mi ídola...

La próxima vez que la vea voy a preguntarle cosas con la misma honestidad, “usted lleva ése batido en el pelo porque está loca o porque se quedó anclada en la década del 70?”... “y para su culo caído no hay nada que hacer?, porque no puede ir al gimnasio por la edad, no?”...